La forma en que envejecemos se debe, en parte, a nuestra genética. Este envejecimiento intrínseco se combina con factores medio ambientales y el estilo de vida para desencadenar el retraso de funciones y procesos cruciales en la piel. Esta desaceleración es lo que causa los signos más visibles del envejecimiento: líneas finas y arrugas, pérdida de volumen, pérdida de elasticidad y pérdida de luminosidad. Uno de los principales cambios que da lugar a estos signos visibles es la disminución de las células voluminizantes.
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Esta pérdida de volumen, junto con las arrugas la pérdida de elasticidad y luminosidad, hacen que la piel facial comience a lucir envejecida. La pérdida de volumen, un proceso en ocasiones difícil de describir, es muy común y altera la estructura y la forma de todo el rostro. A veces también puede describirse como piel flácida, pérdida de los contornos o "piel derretida" o "piel de gallina", y suele asociarse con una apariencia negativa del rostro.
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Cómo reconocer la pérdida de volumen
Como la pérdida de volumen puede resultar difícil de describir o identificar, una referencia visual puede ser útil. Muestra con claridad cómo este signo de envejecimiento en particular cambia la forma y la estructura del rostro de varias maneras sutiles pero transformativas. El "triángulo de la belleza" demuestra cómo el volumen disminuido puede hacer que el rostro tenga una apariencia negativa, triste o estresada. A la vez, esto puede direccionar a percepciones incorrectas sobre el estado de ánimo o actitud de una persona. El triángulo de la belleza está asociado con una apariencia joven y atractiva.
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Cuando somos jóvenes, la distribución pareja de volumen en nuestra piel facial nos ayuda a lucir atractivos. Los principales atributos de una cara visiblemente joven pueden ser claramente definidos como el "Triángulo de la Belleza". Este incluye:
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Pómulos realzados
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Mejillas abultadas
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Piel suave
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Línea de mandíbula bien definida
Estos atributos se combinan para crear una forma y estructura facial, que es más ancha en la parte superior y se angosta a medida que avanzamos hacia el mentón. La visión general es relajada y positiva. Con el tiempo el triángulo de belleza se invierte y causa una negativa percepción triste en el rostro. A medida que envejecemos, los signos de la pérdida de volumen significan que el triángulo está invertido. Esto se debe a los siguientes cambios:
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Una línea de la mandíbula más ancha y floja
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La forma facial más flácida
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Mejillas más planas
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Arrugas en la frente y el entrecejo
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Las comisura de los labios apuntando hacia abajo.
Es la combinación de estos factores lo que equivale a una apariencia envejecida. Como hemos visto, ahora el triángulo se encuentra dado vuelta, y ahora el área más ancha se encuentra en la parte inferior del rostro. Como el volumen disminuye y la piel se afloja, la percepción del rostro se altera. Ahora la apariencia del rostro podría percibirse como triste o estresado.
Factores Que Contribuyen
A parte del envejecimiento cronológico interno, con los procesos que causan la perdida de volumen contribuyen muchos factores, tanto internos como externos.
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Cambios hormonales
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Estilo de vida
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Tabaquismo: la nicotina y las sustancias químicas que contienen los cigarrillos degradan aún más el colágeno presente en la piel.
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Sol: la exposición prolongada al sol puede contribuir al daño del colágeno y comprometer la estructura de la piel.
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Soluciones
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Aunque la pérdida de volumen es un asunto complejo y, en varios sentidos, inevitable, los efectos visibles se pueden tratar de varias formas. La medicina estética ofrece una solución rápida y efectiva, los rellenos inyectables.
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Los rellenos inyectables se utilizan para reemplazar temporariamente el volumen y brindar resultados instantáneos de mediano plazo. En general se utilizan debajo de los ojos, mejillas, sien y labios. El Ácido Hialurónico inyectable es lo que más se usa para dar solución a los signos de pérdida de volumen dada su alta efectividad y resultados inmediatos.
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¡Saludos y sigue cuidando tu piel!